Capítulo
19: la confesión
Lidia se sentó a mi lado.
Ahí fue cuando me volvió a hablar.
_ Lo siento…
Le sonreí.
_ No pasa nada. Da igual.
_ Joven. ¿Sabes por qué hice eso?
_ ¿Lo qué? ¿Celarte?
_ Bueno, sí… Si le quieres llamar así…
Bueno. Te lo diré._ cogió aire profundamente y lo soltó_ Me gustas.
_ Ah._ dije sin prestar mucha atención
porque estaba pensando en que ojalá me lo hubiera dicho Joli antes de irse.
_ ¿¡Te confieso mis sentimientos y
reaccionas así!?
_ Lo siento…
_ Me… daba vergüenza. Pero me he armado de
valor. Dime, Joven._ sonrió tímida_ ¿Y tú qué, Joven?
_ ¿Yo que qué?
_ ¿Qué sientes por mí?
No supe que decir. No quería romper su
corazón, pero ella era tan pequeña… y yo mayor.
_ Lidia, querida._ agarré una de sus manos_
Eres… muy especial para mí, pero…
_ Déjalo _ se soltó_. El “pero” ya lo dice
todo. Olvídalo.
Me dio pena.
_ Tú eres muy bonita. Seguro que consigues a
un buen marido.
_ Joven…
Se acercó a mí, con los ojos iluminados. Se
de puntillas e intentó besarme.
Giré la cara, sorprendido.
_ ¿Qué haces?_ pregunté extrañado.
_ ¿¡Qué pasa contigo!? Acabas de decir que
soy linda y además…
_ Me has entendido mal._ suspiré_ Solo decía
que…
Me agarró de la camisa y me besó.
_ ¿¡Qué haces!?_ dije algo molesto,
apartándola.
_ Ya lo veo…_ comenzó a llorar_ Tú aún
quieres a Joli.
_ ¿De donde has sacado eso?
_ Sé cuando alguien está muy enamorado,
además se te notaba. Pero… pensé que la habías olvidado._ y comenzó a llorar débilmente.
_ Lidia… No.
Ella se giró hacia otro lado.
_ Dejémoslo. Como has dicho tú, conseguiré
pareja.
_ ¡Ese es el espíritu! Ojalá yo también
pensara igual. No es tan fácil…
_ La olvidarás.
Le sonreí.
_ No te preocupes._ comenzó a reír_ Si la
olvidas te casarás conmigo, así que tú puedes.
_ ¿¡Qué!? ¡Yo eso no lo he dicho!